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martes, 9 de julio de 2013

Una calada que debiera saber a calma.


Una calada a ese cigarro
con pretensión de calma,
se acelera el pulso 
corre por mis venas el resquemor
ahogado en lo no hallado.
Una llamada que no habla
una voz ausente
la estabilidad se vuelve mar brava
carentes se hacen estas horas
y rutilante es el vivir.
Soy un vagabundo entre los sentidos
nada soy , nada espero...
una calada intentar dar calma
pero el humo ya no es consuelo,
mientras, se consume la vida
¿ qué queda tras ese cigarro 
que rápidamente se consume ?

---- paco polonio ----

1 comentario:

  1. Cuando el dolor se hace carne nada produce la calma que necesita el alma.
    Muy bueno, Paco!!!!
    Cariños….

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