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martes, 9 de julio de 2013

A ti, señor....

Cada gota de tu sangre es dolor en mi cuerpo.
Una mordiente espina se clava en lo más profundo de mi ser. Sufro con angustia.
 Mi cuerpo revive el padecimiento de tu persona. Es mirarte y te veo cubierto de pesares en esa cruz de injusticias.
¡ Duele !.
¡ Amargo es mi latido !
¡ Tu soledad es mi vacío !
La desdicha se apodera de mi ...y ese mismo suplicio que te torturó en tu tiempo hace que me mortifique.
Es tanta mi pena que te vuelvo a mirar llenándose mis ojos de lágrimas sin consuelo.
Llegaste para salvar el pecado, sin embargo, la incompetencia de tus semejantes se volcó en tu contra.
Ni tus palabras ni tu muerte han significado liberación de cadenas opresoras.
¡ Ahí te veo, con tu cara que ni mirarme quiere !.
Tus ojos desvanecidos ya no imploran.
Sientes tu alma elevarse hacia tu padre, mientras, tu cuerpo es pacto de ofensas e infamias.
¡ Llora tu madre cuando en sus brazos te sostiene !.
El mal se ha agraciado con lo real y poco importa tus enseñanzas... ahora , ¿ qué fundamentos nos dará la vida y qué palabras serán el camino por recorrer ?
Vivir es un ir y venir donde nada se percibe, donde la indiferencia atestigua el presunto hermanamiento de los congéneres...pero sin ti nada es lo mismo.
¡ Te miro y sufro !
Mi sufrimiento es hasta la saciedad. Esa corona de inclemencias que te dieron blasfemando fue una injusticia a la coherencia y que provocó el padecimiento de todo aquel que conforma tu reino.
¡ Te vuelvo a mirar !
Tu piedad sostiene esta culpabilidad humana de la que soy participe.
¡ En tus ojos encuentro la calma !
Absorbo cuanto rasguños e incisiones se presencian en tu desgarrada piel por la mano opresora, aunque al notar tu dolor me conmueve todo tu ser.
Veo el clamor de la justicia por parte de tus fieles aunque te negaron al llegar la madrugada.
Aquellos que te llevaron a esa cruz desgarradora , hoy, predican con alabanzas ... y mi corazón incurriría en vulnerar uno de tus mandamientos principales.
En mi última mirada, veo la luz en tus ojos. Una lágrima cae por tu mejilla;  la recojo para paliar mi sed y quedar sometido a tu esencia.
Eres sangre de la tierra...alma y espíritu de sueños liberadores.
Quedo entregado a tu cuerpo, y en esta señal de la cruz, vivo abrazado a ti hasta el final de los tiempos.

----- paco polonio ----

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