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miércoles, 12 de junio de 2013

A ti, mujer.


Soñé con tu persona.
Creí ver tan cerca lo que era conseguir la esencia del amor que no pude dormir.
Posabas tus pétalos en mi piel...eras el sentir pacífico que hacía olvidar la frialdad de la noche.
En tu caricia, dabas ese soporte de levedad a mi cuerpo.
Tus suspiros se esparcían en la penumbra, hacías sentirme enaltecido y pleno de satisfacción por tenerte a mi lado.
Tus abrazos y besos vagaban por mi cuerpo.
Subiría al cielo a pedir un deseo y entregártelo para pulverizar el absorto pensamiento de tu ausencia.

Quisiera ofrecerte la brillantez de las estrellas, 
que reluzcan tus ojos como el oro, 
que seas la luz que ilumina el firmamento de mi amor 
y me guíes al puerto de tu corazón.
Dormiría acunado en tu belleza
sintiendo que estas a mi lado 
hasta que suene el despertar.
Quiero velar por los sentimientos vanidosos 
que nos permiten el encuentro 
de tu boca con mis labios 
y poder decirte te quiero.

Mi corazón viene a contarte como late al llegar la mañana y observar la inocencia de tu cara de rosas.
Con estruendos de campana, te doy lo que soy.
Valedor de una herencia de sueños en la noche te entrego el jugo de mis labios.
Una valentía en el ego para llevarte en mi pecho de hombre a cada momento.
El optimismo me lleva a surcar el día. Abro los ojos y te miro... colmado de felicidad me hallo,
me consuelo al mirarte.

Tu sonrisa ya está en mi, 
clavada como la flecha de Cupido en el amor,
te besaría con la ternura 
de esa mirada que tienes 
para sentirme pájaro que vuela libre.

Rumbos sin sentido fue mi cavilar en el final de la mañana hasta que encontré de nuevo tus besos.
Vi una luz a lo lejos... tu ausencia se desplomaba; cercana ya estaba tu presencia que me recordó
cada gesto de tu ojos de cisne.

Percibí tu caminar 
llegabas a este mar de amores que soy,
al nadar en el alivio de mi soledad
en tu pecho posé mi paz con un beso 
que te hizo soñar. 
Un delirio fue el mirar a tus ojos de vergeles floridos,
ya a tu lado era el hombre sin añoranza ni suplicio,
estaba con tal suavidad en tus labios
que mis labios quería tus besos distinguidos.
Fue como un sueño tu presencia,
el llegar a tus brazos fue el llorar de mi silencio,
mi corazón radiante saltaba por tu añoranza
al buscar el amor que nunca encontraba.

---- paco polonio ----

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