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lunes, 17 de diciembre de 2012

¡Qué tristeza encuentro en el despertar !

El contrasentido concibe mi descanso. Sucumbo a un aislamiento emocional sostenido por ingratitudes nocturnas y no hallo el camino que me dé la fortaleza para salir a la búsqueda de la libertad de mi pensamiento. Perece la prioridad del grato estado por un desvanecimiento con la llegada del alba y me vuelco en las paradojas de la vida haciendo de mi despertad una repulsa de la conducta de mi entregado corazón.


¡ Qué dolor acapara mis labios
cuando quiero besarte y no puedo !.

La controversia me absorbe con el anhelo de calmar la sed de mi boca y sólo encuentro unos labios hirientes como la espada que atraviesa mi vivir. Una hipocresía ronda desde que el conocimiento dio acogida a unas palabras que se hicieron rotundidad tanto en días de verano como noches de invierno. Ahora, con el paso del tiempo, se va disuadiendo todo aquello que me tenía volcado a cuanto eras. Todo cambia en la vida pero tu sentimiento nunca encontró la verdad de unas palabras dichas con el encanto de un soñador enamorado de la luna.

¡ Qué tristeza encuentra la mañana en mi despertar !.
Tras mi ventana veo una densa niebla
tus ojos se me ocultan e intento calmar
el furor de mi cuerpo.
Ningún estímulo viene con su abrazo,
nada es como el roce de tu mano 
en mi desnuda piel.
En la cama habita el riguroso invierno
y no sé la fortaleza de mis pasos
cuando el día se haga realidad.

---- paco polonio ----

1 comentario:

  1. Un poeta como tú nunca debe estar triste porque simplemente mirando al mar encontrarás ese sentido que de vida a tu andar.
    Un abrazo.

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